Fascitis plantar: una lesión muy común

La fascia es un tejido conectivo fibroso que se encuentra en todo el cuerpo, cuya función es la de dar soporte, protección y conexión de estructuras, en este caso particularmente subyacentes del pie.

Se encuentra de manera longitudinal a lo largo de la superficie plantar, profunda al tejido subcutáneo, cubriendo la musculatura plantar y estructuras neuromusculares.

La fascia plantar se origina en la tuberosidad ínfero medial del calcáneo (ver imagen, punto #1), pasando por el arco del pie en forma triangular distalmente (ver imagen, punto #2 hasta insertarse en la cabeza metatarsal y base de las falanges proximales de los dedos (ver imagen, punto #3). Formando, a su vez, 5 bandas que se insertan por medio de cintillas pretendinosas en base de falanges proximales.

La fascia plantar tiene una gran función biomecánica al caminar. Es la responsable, junto con otras estructuras del pie, de:

• -Mantener el arco plantar.
• -Absorber y devolver la energía que se produce cuando el pie impacta contra el suelo.
• -Proteger los metatarsianos, evitando un exceso de flexión dorsal de los dedos.

Teniendo esto claro, cuando se habla de fascitis plantar, hacemos referencia al momento preciso cuando este tejido se inflama o se irrita, ocasionando dolor en la cara plantar del calcáneo con posibilidad de irradiación a la bóveda plantar e inclusive en los dedos. Esta molestia se hace presente cuando se estira o se sobrecarga demasiado a la hora de caminar, correr o ejercicios de alto impacto.

La fascitis plantar se observa tanto en hombres como en mujeres. Es bastante frecuente en deportistas y en personas que no practican deporte después de los 45años.

A su vez, dicha lesión puede llegarse a presentar en las personas que usan calzado alto (tacones), ocasionando un acortamiento de la musculatura de la cadena posterior generando así tensión de la fascia plantar. Esta es una de las dolencias más comunes del pie.

Según el tiempo de evolución, la clasificaremos en:

• Aguda: cuando la evolución es inferior a 3 semas
• Subaguda: entre 6-8 semanas
• Crónica: evolución superior a 8 semanas.

Algunas de las causas más comunes pueden ser:

• Calzado inadecuado.
• Forma de pisar incorrecta.
• Mala sujeción del calzado.
• Practicar deporte en superficies duras.
• Problemas con el arco del pie (tanto pie plano como arco plantar alto).
• Correr largas distancias, cuesta abajo o sobre superficies desiguales.
• Obesidad o aumento de peso de manera repentina.
• Tendón de Aquiles (el tendón que conecta los músculos de la pantorrilla al talón) tenso.
• Usa zapatos con soporte de arco deficiente o suelas blandas.

Como recomendación, debemos seguir las siguientes indicaciones:

• Acudir donde el profesional en Terapia Física para su debido abordaje.
• Calzado adecuado de acuerdo al deporte y a la pisada.
• Pérdida de peso.
• Disminuir el alto del tacón progresivamente.

Escrito por: Dra. Floriana Villa
Fisioterapia Heredia

Fuentes colaborativas: runfitners.com; medlineplus.gov; revistas.ucm.es